No hay grupos iguales como no hay dos amores semejantes. Cada integrante trae su historia y a lo largo de cada trimestre, vamos conociéndola.
Siempre digo que en mis cursos, las personas cambian.
Y los cambios, también son diferentes.
Algunos alumnos cambian de peinado, de trabajo, de casa. Otros, establecen por fin, comunicación con sus hijos, visitan a sus padres, vuelven a hacer el amor con su pareja.
No importa el cambio que sea. Pero cambian. Es sintomático.
Para mí, la mejor muestra de que el curso tiene efecto es: la sonrisa.
Gracias a todos por participar con vuestras sonrisas.
Os quiero!