viernes, 17 de octubre de 2014

Cuando muere un gemelo o mellizo al nacer. El destino del hermano superviviente.

Cuando el destino de un hermano está unido al de un muerto, la vida se vuelve muy difícil.
En Constelaciones Familiares, la unión a muertos se observa en casos de hermanos gemelos o mellizos en los que algunos de ellos muere al nacer o cuando existe alguna implicación con un familiar o miembro del sistema que ha sido excluido.

La afirmación de que para estas personas la vida se vuelve muy difícil hace referencia a la observación empírica de que el éxito y la felicidad cuestan de alcanzar.

¿Por qué es tan dura la existencia para quienes tienen esta experiencia?
Energéticamente quedan unidos a alguien que se fue
Están y no están presentes.
Cada vez que conectan con la vida, se sienten de la misma manera, intensamente atraídos por la muerte.

Las consecuencias de esta unión es un sentimiento profundo de desilusión por la vida, desánimo y tristeza.
Muchas de estas personas, viven con culpa y son incapaces de triunfar
La mayoría tiene tendencia a experimentar situaciones de riesgo en los que la muerte les pasa muy de cerca. 

Ejemplo de esto es el caso de una paciente que sobrevivió al momento de nacer, a la muerte de su hermano gemelo.
Su primera frase al sentarse en la consulta fue: "Yo nací con un hermano muerto".
Dicha frase tiene varias significaciones siendo algunas de ellas: "Mi hermano muerto sigue conmigo. Yo lo llevo a cada paso que doy. A veces, estoy con él y a veces, me parezco a él. Somos hermanos y yo tuve la suerte de seguir vivo, él no".

Este fue su relato:

Yo era melliza y al nacer, murió mi hermano. 

Él murió por un error de la comadrona porque lo dejó boca arriba, se ahogó y eso hizo que mi madre tuviera una gran depresión.
Mi padre, siempre culpó a mi madre por su depresión.
Yo no sé ahora mismo qué camino tomar.
Vivo con mi hijo que tiene 27 años y está sin trabajo.
Estoy en un proceso de separación.
Está en Juzgado para que nos llamen y firmar el convenio después de 31 años de matrimonio.
Parí un hijo pero tenía dos.
Estaba muy cansada de tirar adelante con la casa y de todo.

Al escucharla, me resonó su frase: "Parí un hijo, pero tenía dos".
Le pregunté quién en su familia había tenido un destino similar.
La paciente dijo: - Mi madre.
Le expliqué el significado de estar implicado en un destino de sufrimiento y de qué manera algunas hijas, por amor fiel a sus madres, intentan asumir el dolor que aquellas llevan. 
Le remarqué que no hacía falta que siguiera asumiendo ese destino, que se repetía en el tener que llevar dos hijos (uno muerto) como lo había llevado su madre.
Le indiqué que cuanto antes reconociera al muerto y le diera un buen lugar (en este caso, su hermano mellizo) antes podría reconocer a su esposo y ella ubicarse como mujer, libre, sin culpa y responsable de su propio destino.

Otro caso impactante, fue el de una paciente que quería constelar su tristeza.
Ella repetía: "Vivo con tristeza".
Al abrir su Constelación Familiar, se expresó el hecho de que su hermana melliza murió en el parto.
Colocamos a la hermana y todo empiezó a resolverse. 
La imagen de solución se muestró rápidamente cuando esta hermana muerta le explica que en el lugar donde está se encuentra con mucha paz y que sólo desea para su hermana viva que tenga una buena vida y que sea feliz.

Las Constelaciones Familiares descubren que al igual que los miembros fantasmas en los casos de amputación siguen generando sensaciones y dolor, el alma de un hermano muerto puede acompañar al vivo hasta que este último no lo despida con respeto y reconocimiento.

La culpa que cito más arriba desaparece cuando a través de la Constelación Familiar se observa que "los muertos, donde están, están bien" y que la mayoría de las veces, son los vivos los que no los dejan marchar.

Como ejemplo de esto existen varios casos que explicaré en próximas entradas.