En la Formación en Constelaciones Familiares individuales los alumnos tienen la posibilidad de constelar sus temas y lo hacen con muñecos que representan a los guerreros de Xi´An.
Una de las alumnas, Ana, hizo su propuesta: "Te parecerá una tontería, pero yo quisiera constelar la personalidad de un caballo".
Su peculiar pedido nos sorprendió a todos y lo primero que se me ocurrió fue recomendarle que contacte con la sanadora Elena, de mi libro "Sanadores, un camino alternativo".
Si alguien necesita saber qué le pasa a su mascota, qué necesita y de qué manera ayudarla, nadie más indicada que Elena, cuya especialidad es comunicarse con el alma de los animales.
Ante la insistencia de la alumna, acepté realizar su constelación.
La historia de Furia comenzó cuando Ana decidió salvarle la vida. Su anterior dueño iba a sacrificarlo y ella lo rescató de su triste final. Pero Ana ya había tenido un anterior caballo, Sombra, que había enfermado gravemente al cual Ana prefirió sacrificar antes que seguir viéndolo sufrir.
Cuando Furia llegó a su vida era un caballo manso y dócil hasta el día en que su nueva dueña pronunció unas palabras ante él: "¡Cómo me gustaría que fueses la reencarnación de Sombra!"
Desde entonces Furia se volvió irascible e indomable.
En la constelación se colocaron tres representantes, Ana, Furia y su personalidad.
Mientras Furia no miraba hacia un punto en particular, el muñeco de Ana orientaba su mirada hacia la personalidad de Furia.
Seguimos el protocolo que aplicamos de acuerdo a las Constelaciones Familiares individuales hasta que Ana aceptó poder amar a dos animales de distinta manera. A Sombra, dándole el lugar del primero y a Furia, aceptándolo tal como es sin tener que ser el sustituto de ningún otro animal.
Al final, Ana pudo reconocer que Furia cambió repentinamente su carácter porque si bien ella lo salvaba de la muerte, al buscar en él a Sombra, lo volvía nuevamente, de alguna forma, a matar.
Sus reacciones tenían un mensaje para Ana: "Quiéreme tal cual soy y podré serenarme, porque si buscas en mí a quien no soy, sentiré que me desprecias y eso me enfurece.
La constelación terminó emocionándonos.
Esta experiencia nos muestra una vez más, cómo se puede ayudar a los animales a través de esta técnica y en especial, cómo se puede llegar al corazón de sus dueños.
Una de las alumnas, Ana, hizo su propuesta: "Te parecerá una tontería, pero yo quisiera constelar la personalidad de un caballo".
Sanadora Elena finalizando el tratamiento con un caballo |
Si alguien necesita saber qué le pasa a su mascota, qué necesita y de qué manera ayudarla, nadie más indicada que Elena, cuya especialidad es comunicarse con el alma de los animales.
Ante la insistencia de la alumna, acepté realizar su constelación.
La historia de Furia comenzó cuando Ana decidió salvarle la vida. Su anterior dueño iba a sacrificarlo y ella lo rescató de su triste final. Pero Ana ya había tenido un anterior caballo, Sombra, que había enfermado gravemente al cual Ana prefirió sacrificar antes que seguir viéndolo sufrir.
Cuando Furia llegó a su vida era un caballo manso y dócil hasta el día en que su nueva dueña pronunció unas palabras ante él: "¡Cómo me gustaría que fueses la reencarnación de Sombra!"
Desde entonces Furia se volvió irascible e indomable.
En la constelación se colocaron tres representantes, Ana, Furia y su personalidad.
Mientras Furia no miraba hacia un punto en particular, el muñeco de Ana orientaba su mirada hacia la personalidad de Furia.
Elena, comunicadora de animales, sanadora Nro. 10 del libro "SANADORES, UN CAMINO ALTERNATIVO" |
Al final, Ana pudo reconocer que Furia cambió repentinamente su carácter porque si bien ella lo salvaba de la muerte, al buscar en él a Sombra, lo volvía nuevamente, de alguna forma, a matar.
Sus reacciones tenían un mensaje para Ana: "Quiéreme tal cual soy y podré serenarme, porque si buscas en mí a quien no soy, sentiré que me desprecias y eso me enfurece.
La constelación terminó emocionándonos.
Esta experiencia nos muestra una vez más, cómo se puede ayudar a los animales a través de esta técnica y en especial, cómo se puede llegar al corazón de sus dueños.