martes, 10 de septiembre de 2024

CÓMO CONSTELAR ENFERMEDADES Y SÍNTOMAS

 

Diplomatura Universitaria en

Constelaciones Familiares Individuales

MÉTODO ALEJANDRA MITNIK

Trabajo final Diplomatura en Constelaciones familiares Individuales.
Alumno: Nicolás Lattanzi.
 

TEMA: ENFERMEDADES Y SÍNTOMAS

INTRODUCCIÓN:

Este trabajo tiene como objetivo desarrollar la relación entre las enfermedades y síntomas y su tratamiento con las constelaciones familiares mediante el protocolo desarrollado por la Lic. Alejandra Mitnik Fischman y que se abordó a lo largo de la diplomatura sobre esta temática.

Elegí este tema para tratar debido a una constelación que realicé a mi pareja que está atravesando, hace aproximadamente cuatro años, un cuadro de epilepsia y me llamó mucho la atención no solo la resolución de la constelación en sí, sino los efectos favorables que pude observar luego de la misma tanto,  a nivel físico y sobre su descanso y además de que fue un puntapié para que comience a trabajar otras áreas de su vida que hoy, a unos tres meses de esa primera constelación, cambiaron rotundamente.

DEFINICIÓN DE ENFERMEDAD: 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la enfermedad como una alteración del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, cuyas causas son generalmente conocidas. Esta alteración se manifiesta a través de síntomas y signos característicos, y su evolución puede ser más o menos predecible. Esta se manifiesta como un deterioro en la salud del organismo. Todas las enfermedades implican un debilitamiento del sistema de defensa natural del cuerpo. Aunque no siempre conocemos la causa exacta, las enfermedades se pueden explicar en términos de procesos fisiológicos o mentales alterados.

Podemos ver la enfermedad desde dos perspectivas:

  • La perspectiva subjetiva: se refiere al malestar y la sensación de estar enfermo, con diversos grados de intensidad.
  • La perspectiva objetiva: se relaciona con el impacto de la enfermedad en nuestra capacidad funcional, limitando el funcionamiento corporal en diferentes niveles.

SÍNTOMAS: 

Son las sensaciones subjetivas que una persona experimenta y describe sobre lo que está sintiendo. Son como voces internas de malestar que nos comunican que algo no está bien. (Ejemplos: diarrea, náuseas, vómitos, tos, etc.).

                                                                

ENFERMEDADES EN CONSTELACIONES FAMILIARES

La enfermedad es el resultado de nuestro rechazo a la vida y, a la vez, una propuesta de solución tanto de nuestro sistema familiar como de nuestro sistema corporal. La misión de la enfermedad es llevarnos a la curación, aunque nos cueste dejarnos guiar. Nos enseña cómo la curación pasa por la sanación, por una reconciliación, pero solamente nos lo enseña, pues es un camino que debemos recorrer nosotros conscientemente. Y, en lugar de dirigir la mirada hacia donde nos indica la enfermedad, lo que hacemos es mirarla incansablemente, a ella o al tratamiento.

La enfermedad nos muestra generalmente a alguien o algo que se excluyó.

La enfermedad en sí se teme, se desprecia, se destierra o se olvida por los “sanos”, como lo fueron los excluidos por los “buenos”. Y el enfermo siente el mismo rechazo, enfado y desprecio que sintieron aquellos “buenos”.

El dúo enfermo-enfermedad muestra, varias generaciones después, si hace falta, el desorden que trabó la transmisión de la vida en esta conciencia familiar. Es el espejo del dúo excluidor-excluido creado y querido por el espíritu para introducir más fuerza y amor en ese campo gracias a la reconciliación esperada entre perpetrador y víctima. Y al no darse esa reconciliación, se espera que el espejo, por compensación, se reconcilie con su enfermedad y su vida para que se produzca esa inyección de energía en el campo.

LA MALA Y BUENA CONCIENCIA

La mala conciencia es una reacción hormonal, como todas las emociones, que se pone en marcha cuando nos alejamos de algo o alguien que hasta ahora nos daba seguridad. En la primera etapa de la humanidad, esta protección emocional era indispensable. Hoy en día, el progreso es tal que cada uno puede elegir la autonomía, según el grado de apertura de conciencia que tenga: la autonomía con respecto a los grupos grandes, a la tradición familiar, a las normas religiosas o a la fidelidad a las convenciones del país. Sin embargo, esta autonomía tiene un precio: el sentimiento de culpa y la soledad, pues ya no se admitirá como un igual entre los que siguen fieles a lo que él abandona.

Estos, desde su buena conciencia, lo van a despreciar. No obstante, el que se ha separado lo ha hecho por una nueva necesidad incompatible con el vínculo anterior. Si consigue asumir el daño que está haciendo a los que deja y seguir amándolos, entonces sí, su nuevo proyecto será un ir con la vida, un ir hacia más, como dice Hellinger. Y a la vez será una oportunidad de crecimiento y cambio para los que se quedan. Por el contrario, si esta persona no es capaz de asumir lo que hace, reprochará a los que se quedan su enfado. Todos irán a menos y la nueva experiencia se convertirá en más de lo mismo, en una nueva dependencia.

La buena conciencia nos hace sentir seguros, reconocidos, protegidos en el grupo al que pertenecemos y en el que nos sentimos alguien y fuertes.  El equilibrio entre dar y recibir, será marcar al máximo la pertenencia y defender al grupo de lo que le pueda poner en peligro.

Para todo esto, desarrollamos al máximo la capacidad de juicio: todo lo que favorece mi seguridad es bueno; todo lo que la pone en entredicho es malo. Quien pertenece, como yo, es bueno; quien no, es malo. “Mi deber” es eliminar a ese malo o a eso malo, hacerlo desaparecer, excluirlo de mi campo.

Este movimiento de la conciencia choca con el orden de pertenencia, cuando alguien excluye al que amenaza su seguridad se pone en marcha un mecanismo de reintegración de ese excluido -la enfermedad, mecanismo de reconciliación entre la persona con buena conciencia y el excluido-. La persona con buena conciencia se transforma necesariamente en perpetradora. Su deseo es eliminar al perturbador.

Y la reconciliación puede abarcar varias generaciones, varios siglos incluso, pero se dará.

Así pues, la raíz de la enfermedad es nuestra buena conciencia, nuestra conciencia moral, que nos permite decir que alguien es malo y excluirlo tranquilamente. Cada vez que juzgamos, creamos un síntoma o una enfermedad.

La primera manifestación de nuestro amor y agradecimiento por nuestra conciencia familiar, nuestros padres y antepasados, es nuestra conciencia moral. Todos hemos sido inocentes y morales; por amor ciego, todos hemos sido perpetradores. Para liberar el futuro hemos de asumir ese daño, sin culpa, y aceptar con amor que cada uno está bien donde está y como está.

La otra faceta de nuestra buena conciencia es ese amor ciego que hace que un hijo diga inconscientemente a su padre o a su madre: “Yo me hago cargo de tu enfermedad”. Amor ciego responsable de las mal llamadas enfermedades hereditarias.

EL CUERPO, INTERFAZ ENTRE PERSONA Y CONCIENCIA FAMILIAR


El cuerpo es parte de un todo (del sistema familiar, de una colectividad social, de un país, de otros sistemas mayores, de la especie humana), por lo que en la organización interna se reflejará la organización de cada gran todo a los que pertenezco.

El cuerpo, que incluye el cuerpo físico junto con los distintos cuerpos sutiles y la conciencia e inconsciente, son uno.

Con el cuerpo pertenecemos al campo del sistema familiar y es el escenario de la polaridad en la que vivimos. En él, se señalan los esfuerzos del sistema familiar por reordenarse: dolor de cabeza, inflamación, etc. Cada síntoma es la señal de una relación, nuestra o de algún antepasado, que contravino los órdenes del amor y pide su compensación.

El cuerpo es la interfaz entre el individuo y su sistema, donde nos habla nuestro inconsciente, que no es más que el movimiento del espíritu individualizado. Cualquier desorden del sistema familiar tiene su reflejo en el cuerpo de algún o algunos descendientes. Cualquier desorden afectivo del vivo, emociones o actos no asumidos, traumas no integrados, se manifestarán en lugares precisos del cuerpo hasta su resolución.

LA ENFERMEDAD COMO COMPENSACIÓN

En el caso de las enfermedades graves, y también detrás de algunos suicidios y accidentes, en muchos casos se da la dinámica de "te sigo" o la de "antes yo que tú". Aquí, se apoya el pensamiento mágico de que se va a salvar a los demás de su destino fatal, tomando sobre sí la enfermedad o el problema de estos. En este esquema de pensamientos, la salvación de los otros depende de la desgracia propia. En estos casos, aunque parezca extraño, la conciencia de la persona está tranquila, pues el motivo de este sacrificio es el de mantener el vínculo: "si lo hago por ti, si tomo tu carga, tú estarás bien y además me amarás". Como es lógico, tal compensación es falsa y no consigue su objetivo. Antes, al contrario, la situación empeora, pues el infortunio asumido por una persona no afecta al destino de otra. Nadie puede cargar con la carga de otro, de manera que no queda otro camino que afrontar la realidad de la enfermedad del otro, aceptando que no tenemos ningún poder para salvarlo.

Algunas frases que ayudan cuando la persona no puede ver este patrón actuando en su vida son:

  • "Prefiero irme yo antes que tú". A partir de esta verbalización, la persona no puede engañarse más y entiende que está padeciendo por el problema de otro, queriendo tomar sobre sí su carga.
  • "Tú te has ido y yo me quedo un poco más". Si la persona con la que existe la identificación está gravemente enferma, se puede cambiar la anterior por "aunque tú te vayas, yo aún me quedaré un poco más".
  • "Bendíceme, aunque yo me quede". Lo que se consigue con estas frases es desvincular a la persona de aquel con quien se identifica, o por decirlo con otras palabras, ayudarla a reconocer su individualidad.
  • "Te recuerdo con cariño aunque te hayas ido, y siempre serás mi padre/madre/hermano, etc.". Para despedirse de un familiar fallecido. De este modo, la persona se libera del peso del fallecido y puede abrirse a una vida nueva. En el alma de la persona, el fallecido puede irse en paz, aunque siempre habrá un espacio para él.

Estas y otras frases ayudan a que se dé el reconocimiento y luego surge el dolor, pues el pensamiento mágico inconsciente, de cargar con el peso de los demás, se ve y se reconoce como falso. A continuación, viene la culpa, ya que resulta afectada la conciencia del vínculo. Pero luego se alcanza la paz, pues nada hay más ligero para la persona que asumir únicamente su propio destino, desligándose del destino de otros. El vínculo no solo no se rompe con esto, sino que se eleva a una dimensión mayor, más sana.

LA ENFERMEDAD COMO EXPIACIÓN

La enfermedad también puede surgir como una forma de expiar una culpa. Así, cuando una persona sale con bien de algún hecho que dañó a otros, puede sentirse culpable por su buena suerte. Estas personas se limitan, entre otras maneras, a través de la enfermedad. Un ejemplo claro de esto es el de los supervivientes de un accidente, y también el de los hijos de madres que fallecieron en el parto. También se da el caso entre hermanos, cuando uno de ellos sufre una desgracia o padece una discapacidad. Aquí, el resto de los hermanos pueden sentirse culpables por su suerte y pagarlo con una enfermedad, accidente o incluso intento de suicidio.

En todos estos casos, también se produce el pensamiento mágico de: "te sigo", o bien el de: "mejor yo antes que tú". Este pensamiento no produce ningún resultado bueno, pues la persona se siente en la obligación de saldar una cuenta que ni le pertenece ni puede pagar de ninguna manera. Otras personas pueden seguir esta dinámica fatal aún en generaciones posteriores, hasta que pierde fuerza o se rompe de alguna manera.

 

RITUAL NÚMERO 8: COMPRENDER EL MENSAJE DE LA ENFERMEDAD

Este ritual nos ayuda no solo a constelar la enfermedad o el síntoma en sí, sino también a comprenderla como un proceso de transformación a través del mensaje que trae a nuestra vida.

APLICACIONES

  • Todo tipo de síntomas
  • Enfermedades crónicas y degenerativas

REPRESENTANTES A COLOCAR EN LA CONSTELA­CIÓN

  • Consultante
  • Síntoma 
  • Ancestro relacionado con el síntoma (o excluido/s)
  • Culpa
  • Vida pasada
  • Mensaje de la enfermedad

PROCEDIMIENTO

Se coloca a todos los representantes y se observa en qué lugar han quedado dispuestos y hacia dónde miran.

  • Si el ancestro queda ubicado cerca del consultante, del síntoma o del mensaje, podrá simbolizar la existencia de una implica­ción y habrá que revisar qué es aquello que se está intentando reparar.
  • Si la culpa no queda al margen y se encuentra cerca de algún representante, habrá que investigar de qué hecho traumático se trata y cómo se podrá liberar al consultante de la
  • necesidad de pagar algo que quizás no cometió o por lo que ya ha pagado su­ficiente.
  • Si la vida pasada queda ubicada cerca del consultante o del an­cestro, podrá indicar que se trata de acontecimientos ocurridos en otros tiempos y espacios, por lo tanto, habrá que realizar una Constelación Familiar Akáshica.
  • Si el mensaje de la enfermedad mira directamente al consultan­te, podrá expresar la importancia y necesidad de descubrir su significado.

FRASES SANADORAS

Al síntoma:

“Ahora te veo, te respeto y te doy un lugar en mi corazón”.

Al ancestro vinculado:

“Lo siento. Ya no puedo sufrirlo por ti. Veo tu dolor y tu des­tino y los dejo contigo. Para mí ha sido demasiado. Ahora comprendo que solo te corresponde llevarlo a ti”.

A la culpa:

“Siento que he cumplido contigo. Ya no hace falta que estés en mi vida y te suelto para siempre”.

A la vida pasada:

Gracias por mostrarme cómo ocurrió. Lo siento mucho. Lo dejo aquí y sigo mi camino en la otra vida. Bendíceme si me va bien allí”.

Al mensaje de la enfermedad:

“Gracias. Ahora te comprendo y tienes un significado espe­cial. Lo tendré en cuenta para mi mejoría”.

SOLUCIÓN FINAL

La constelación para un síntoma o enfermedad termina cuando el menaje se comprende claramente, la culpa se retira y la en­fermedad se coloca como fuerza sanadora junto con el excluido o ancestro vinculado.  En caso de que la constelación sea una Constelación Akáshica, la vida pasada quedará detrás y se podrá incluir, como referente nuevo, a la vida futura. Entonces, el consultante mirará a su nueva vida y se encaminará hacia ella dejando todo atrás.

La solución final de una constelación para enfermedades y sín­tomas se alcanza, cuando:

  • Se honra al ancestro relacionado con la enfermedad o exclui­do/s.
  • Se termina con la expiación de una culpa propia o de otra per­sona.
  • Se realiza una Constelación Familiar Akáshica en caso de de­tectar que la enfermedad o el síntoma están en relación con una vida pasada.
  • Se comprende claramente el mensaje de la enfermedad.

 

CONSTELACIÓN FAMILIAR ELEGIDA: CASO DE EPILEPSIA


INFORMACIÓN PREVIA A LA CONSTELACIÓN

Paciente masculino, Gonzalo, de 35 años, que comenzó con convulsiones en agosto de 2020 (a sus 31 años). Luego de esta primera crisis tuvo dos más, una en agosto de 2023 y una tercera en febrero de este año. Por esto se diagnosticó epilepsia y comenzó el tratamiento médico correspondiente, por un tiempo mínimo y aproximado de 6 años.  Le realizaron tomografías, resonancias, punción de médula y electroencefalograma. Todos los estudios salieron bien, excepto el último, que arrojó un pequeño valor negativo en los momentos en los que él entraba en relajación. Las tres convulsiones se dieron durante el sueño, dos en la siesta y una en la noche, además de que en los momentos de descanso presenta clonus (movimientos de contracciones musculares involuntarias).  Debido a esto, desarrolló miedo a la epilepsia y a que le agarren crisis de convulsiones al quedarse dormido.

Puntos de vista holísticos de la epilepsia:

  • Enfermedad crónica que agrupa varios trastornos neurológicos y que genera convulsiones recurrentes (crisis epilépticas) debido a una descarga excesiva de las neuronas cerebrales. SENTIDO BIOLÓGICO: Poner fin a algo de forma drástica para volver a empezar. La epilepsia es una muerte aparente (rigidez, palidez, pérdida de conciencia) que puede ir seguida de una resurrección. Es una sacudida en el ámbito de la corteza cerebral que libera de todas las cargas y programas de exceso (tensiones múltiples acumuladas).
  • CONFLICTO: Conflicto de miedo importante, sumado a uno de separación. También conflicto importante de miedo (laringe) junto a uno de motricidad (impotencia), nos da como resultado un conflicto “horror”: “no querer pero tener que ir”. Hijos de mamá sobreprotectora. Liberación de gestos que no pudimos efectuar en su momento y estaban pendientes “acumulados” para ser liberados. Diccionario Bio-emocional. Joan Marc Vilanova.
  • La dinámica es que una persona es fiel a un ancestro que fue víctima de un crimen y no asumió sus deseos de venganza. La persona dice por amor a ese ancestro: «Me mato por ti», pero no tiene la energía asesina necesaria, por lo que se siente profundamente impotente ante este amado ancestro, impotente y culpable, deseando su propia muerte.


ÍTEM 1. APERTURA

1. ¿Cuál es el tema que se va a tratar?

El tema a tratar es ENFERMEDADES Y SÍNTOMAS.

Subtema 7. Enfermedades puntuales, crónicas o que se repiten de generación en generación.

2. Si esto fuera posible, ¿qué quieres CONSTELAR respecto al problema?

“Yo quiero constelar, poder perderle el miedo a la epilepsia”.

3. ¿Cómo te darás cuenta de los resultados de la constelación?

Me sentiré más tranquilo.


Del terapeuta a los representantes



4. ¿Qué siento al ver esta imagen?

En esta imagen inicial siento que hay desorden en el sistema familiar del consultante.

5. ¿Me dice algo el tamaño de los representantes elegidos?

El representante del consultante es más chico que el resto de los representantes (caballo, lo que me remite a la infancia). Siguen en igual tamaño los representantes de la vida pasada y la culpa (alfiles), luego son un poco más grandes y de igual tamaño el representante del síntoma (reina) y el mensaje (rey). Finalmente el representante más grande es el representante del ancestro (rey morado).

6. ¿Qué formas geométricas se han creado?

Triángulo entre el síntoma de la enfermedad, el consultante y el ancestro. (Desequilibrio en el orden de dar y tomar).

Línea recta vertical entre ancestro, consultante, culpa. (Desequilibrio del orden de jerarquía).

7. ¿La ubicación que tienen los representantes es fija y estable?

Sí.

8. ¿Qué distancia hay entre los representantes?

 

Consultante

Síntoma

Ancestro

Culpa

Vida pasada

mensaje

Consultante

-

5 cm

6 cm

9 cm

8 cm

6,5 cm

Síntoma

5 cm

-

6 cm

11 cm

6,5 cm

2 cm

Ancestro

6 cm

6 cm

6 cm

13, 5 cm

4,5 cm

8 cm

Culpa

8 cm

11  cm

13, 5 cm

-           

16,5 cm

16,5 cm

Vida pasada

9 cm

6,5 cm

4,5 cm

16,5 cm

-           

7,5 cm

Mensaje

6,5 cm

2 cm

 8 cm

11, cm

7,5  cm

-


9. ¿Algo o alguien queda fuera del grupo?

Sí, la vida pasada.

10. ¿En qué lugar se ubican los representantes masculinos y femeninos?

El consultante  se encuentra en el medio del campo de conocimiento (presente).

11. ¿Hacia dónde mira cada uno de los representantes?

El consultante mira hacia la enfermedad (enfrentados).

La enfermedad mira al consultante.

El ancestro dirige su mirada entre el consultante y la enfermedad, pero no mira a nadie (da la idea de buscar algo o alguien).

La vida pasada da la espalda al campo y no mira a nadie.

El mensaje de la enfermedad mira al consultante.

La culpa mira al mensaje.


Del terapeuta al observador

12. ¿Forma parte de alguna figura geométrica?

13. ¿En qué sitio se ha colocado con respecto al grupo?

14. ¿Hacia dónde mira?

15. Si formara parte de una familia, ¿quién sería?

16. Si fuera alguna cosa, ¿qué sería?


Del consultante a los representantes

17. ¿Qué sientes al ver esta estructura y qué te llama la atención?

Al ver la estructura, la ve desordenada y le genera miedo. La vida pasada que está de espalda al grupo, como si no fuera parte de la estructura.

18. ¿Te dice algo el tamaño de los representantes elegidos?

Ve la culpa más grande que el resto y la vida pasada más chico, el resto todos del mismo tamaño.

19. ¿Para qué crees que tienen esta disposición entre ellos?

Porque es que necesario para que no estén juntos.

20. ¿Hacia dónde miran cada uno?

El consultante mira hacia la enfermedad.

Enfermedad mira al consultante.

Ancestro mira a la nada

Vida pasada no mira a nadie, le da la espalda a todos.

El mensaje de la enfermedad mira al consultante.

La culpa mira al mensaje.

21. Si imaginas a los representantes como una familia, ¿qué te llama la atención?

La distancia que hay entre uno y otros. Unas más cercas y otros más alejados. Nadie está cerca


Del consultante a los representantes

22. ¿Qué tamaño de muñeco has elegido para el espectador?

23. ¿Forma parte de alguna forma geométrica?

24. ¿A qué distancia se encuentran los demás?

25. ¿En qué sitio se lo ha colocado con respecto al grupo restante?

26. ¿Hacia dónde mira?

27. ¿Si formara parte de una familia, ¿quién sería?

28. ¿Si fuera una cosa, ¿qué sería?

 


ÍTEM 4. SENSACIONES

29. ¿Qué siente cada uno de los representantes?

Siente pena al ver la imagen.

Al tocar los representantes del consultante y la enfermedad, siente miedo y se le acelera el corazón. Mientras que no siente nada con el representante de la culpa y el mensaje de la enfermedad, por la vida pasada, cansancio, como un peso o molestia por estar ahí y siente necesidad de sacarla del campo (foto 2) y tranquilidad con el ancestro.

30. ¿Qué siente el espectador?



ÍTEM 5. FRASES SANADORAS 

Consultante a la enfermedad: “ahora te veo con claridad y sin miedo, solo eres una parte de mí”

Del consultante al ancestro: “Yo me voy por ti” (lagrimea y hace consciente de que no puede cargar con el peso del ancestro que identifica como un hermano mayor que fue asesinado cuando él era chicho).  Luego de esta frase usamos dos frases más: “Lamento tu destino, pero con tu permiso, yo haré algo diferente con mi vida”. “Veo tu dolor y tu destino, y los dejo contigo”.

Del consultante a la culpa: “Siento que he cumplido contigo. Ya no hace falta que estés en mi vida y te suelto para siempre”.


ÍTEM 6. MOVIMIENTOS

31. ¿Algo o alguien quiere cambiar de lugar?

Sí.  Retira la culpa, la vida pasada. Coloca el representante del consultante mirándose a sí mismo junto con el mensaje de la enfermedad de su lado derecho. Detrás del representante del mensaje coloca el ancestro junto con la enfermedad.

32. ¿Algo o alguien falta en esta imagen?

No.

33. ¿Algo o alguien tiene la necesidad de decir algo más?

No.


 

ÍTEM 7. SOLUCIÓN FINAL

34. ¿Se encuentran todos los representantes y el espectador en el sitio más correcto para ellos?

Sí.

35. ¿Se sienten todos bien?

Sí.

36. ¿Están todos dando y recibiendo de manera equilibrada?

Sí.

37. ¿La imagen de solución final, responde a lo que necesitaba solucionar?

Sí.

38. ¿Es una imagen completa?

Sí.

39. ¿Es una imagen estática o en movimiento?

En movimiento.

40. En caso de ser en movimiento, ¿hacia dónde va?

Hacia el futuro.

41. El sitio hacia donde se dirige el movimiento, ¿es un lugar positivo o negativo para el representante?

Positivo.

42. ¿Qué sensación genera la visión del escenario final?

Tranquilidad.

43. ¿De dónde ha provenido la fuerza para resolver la constelación?

Del consultante.


ÍTEM 8. CIERRE

Previamente, le consulté si quería sacar una carta con una frase sanadora, a lo cual accedió y sacamos la foto final con esa foto.

Luego le indiqué: “El ordenamiento realizado necesita de un tiempo de reposo e internalización, como lo consideres mejor, en silencio, en tu espacio, las veces que sea necesario. Traer esta imagen al presente con la afirmación de la carta que sacaste (“Soy un ser radiante que disfruta plenamente de la vida”) o con cualquier otra que considere necesaria o de ayuda. Este es el primer paso de un proceso. Pasado un tiempo, puedes volver a constelar cualquier tema relacionado que consideres sea necesario. Sería interesante continuar constelando el niño interior y también el trauma que representó la muerte de tu hermano".

También le sugerí, aparte del proceso de constelación, una fórmula de flores de Bach para los miedos y la tensión que se origina por las crisis epilépticas y algún trabajo con respiraciones para disminuir esta tensión y la ansiedad.


FICHA DE SEGUIMIENTO

Tema tratado según el mapa de Constelaciones Familiares

 

Enfermedades y síntomas

Objetivo de la Constelación

 

Constelar poder perderle el miedo a la epilepsia

Movimientos que hay que destacar

 

Reconocimiento del ancestro como el hermano mayor que fue asesinado,  del peso y la culpa que se carga por su destino, además del miedo a que se repita la situación y a la muerte.

Solución Final encontrada

Representante que haya otorgado la fuerza para la resolución

 

El consultante

Descripción de la foto final

 

Imagen completa, donde se observa equilibrio en los tres Órdenes del Amor. El consultante mira al futuro colocando al mensaje, el ancestro y la enfermedad como fuerzas sanadoras.

Recomendaciones futuras

Constelar el niño interior, y también traumas.

Lugar

Capitán Bermúdez, Argentina.

Fecha de la constelación

15/05/2024

 

CONCLUSIÓN

Durante el desarrollo del protocolo se puedo observar como el consultante fue identificando aquello de su sistema que influía en su cuadro de epilepsia. Al realizar sus pasos y las frases sanadoras fue realizando los movimientos correspondientes hasta ubicar la enfermedad junto con el ancestro, como una fuerza sanadora.

A nivel personal, lo que me llamó mucho la atención es que un hermano menor que él, también padece de un cuadro de epilepsia de aproximadamente un año o dos después de que ocurre el asesinato de su hermano mayor. 

Antes de comenzar, estaba seguro de que la implicación correspondía a este hermano menor y fue una sorpresa grande cuando, luego de aplicar las frases sanadoras, él expresó que sentía que ese ancestro representaba al hermano mayor.  

Más grande fue mi sorpresa, cuando buscando en la bibliografía para llevar a cabo este trabajo, encuentro que la epilepsia se relaciona con el asesinato de un ancestro. 

Por otro lado, el consultante es mi pareja, y pude observar cómo sus movimientos a la hora de dormir, los clonus, fueron disminuyendo muy notoriamente desde la constelación en adelante, siendo ahora suaves o nulos en ocasiones. 

Si bien continuó con el correspondiente tratamiento médico, no volvió a tener un cuadro de convulsiones hasta el momento, perdió el miedo a dormir y está más tranquilo y relajado con respecto a la epilepsia en sí.

BIBLIOGRAFÍA