jueves, 28 de abril de 2011

LO QUE OCURRIÓ EN LA ÚLTIMA CLASE DEL CURSO

Hace 25 años, tuve una paciente que se quejaba de que su marido lo único que hacía era mirar televisión.
Un día, esta mujer, decidió volcar "sin querer queriendo", el agua de la maceta que había encima de la tele. (En esa época las teles eran grandotas y servían para colocar encima todo tipo de objetos, cuadros de fotos, adornos, macetas, etc.)
Este acto fallido, le provocó tal descarga emocional, que no le generó ni el más mínimo vestigio de culpa.
Bert Hellinger, el creador de las Constelaciones Familiares, explica en su teoría sobre los Órdenes del Amor, que para que la armonía y el amor fluyan adecuadamente en todo sistema familiar, debe haber un equilibrio entre el Dar y el Tomar.
Un ejemplo sería que si un miembro de la pareja daña al otro, este otro debe devolver el daño, pero un poquito menos.
Y otro ejemplo sería aquello que ya entonces, en aquel tiempo, hizo mi paciente: ante un marido que pasa de su mujer y prefiere ver fútbol o programas del corazón antes que a ella, una buena idea es destruirle la tele para siempre!!!
De esta manera, el equilibrio entre el Dar y el Tomar se mantiene y el Órden, se restablece.
Pero el restablecimiento del Órden, sirve para algo más.
Algo más que Hellinger no destaca en sus escritos pero yo sí he podido comprobar con la experiencia de cada nuevo curso.
Y ese algo más es importante y necesario. Ocurre constantemente en la vida porque es algo natural.
Me refiero a las despedidas.

De manera que el equilibrio entre el Dar y el Tomar, sirve para que el Orden se restablezca en un sistema, para que la armonía florezca y el amor fluya.
Pero también, sirve para que las despedidas no duelan.
Y, qué tiene que ver esto con lo que ocurrió en la última clase del curso de Constelaciones Familiares y EFT en Calafell?

Tiene que ver con lo que pasaré a explicarles ahora.
Cada vez que se acerca el final de un curso, pido a los alumnos que en la última clase traigan un regalo.
No se trata de un regalo cuantioso ni especial, sino de algo creativo y sencillo que pueda ofrecerse al grupo como muestra de agradecimiento por aquello que se recibió sin condiciones en el transcurso del mismo.
No me canso de explicar que toda Constelación es por parte de los representantes y participantes, un gran acto de amor.
No me canso de decir que el Tapping que realizan los alumnos en sustitución para quien está exponiendo su problema, es un gran acto de amor.
Por lo tanto, en algún momento, ese amor, para que fluya equilibradamente, debe ser correspondido.
Y la oportunidad de corresponderlo es en la última clase, mediante un simbólico regalo.

Esta vez, la entrega  fue muy emotiva.
En mi próximo escrito, podrán ver los regalos y las fotos.
Y no hizo falta ninguna maceta!