viernes, 30 de marzo de 2012

CONSTELACIONES FAMILIARES: ¿Aceptarías que la solución a tu problema no dependa de tu constelación familiar

En ocasiones, antes de realizar una Constelación, pregunto:
¿Quieres la paz o tener la razón?
Intento cerciorarme de que el consultante está dispuesto a aceptar aquello que podrá ver.


Al desplegarse la Constelación, la representante de la pareja no sabe cómo hacer para poder huir de allí.

El consultante se sorprende y exclama: ¿No entiendo por qué ella actúa así? No hago más que tratar a mis parejas como reinas!!!
Ejemplo 2: Una consultante quiere constelar: "La relación con mi hijo"
Al colocar a los representantes, la de la madre mira hacia lo lejos y el del hijo, se arrodilla entristecido frente a ella. Al ver esta imagen, la consultante se enfurece y niega rotundamente lo que ve: Esto no es así! Yo hago todo por mi hijo! Yo lo doy todo por él!
¿Qué es lo que ha ocurrido en estos casos?
¿Es posible que los representantes no estén haciendo bien su papel?
Un constelador con experiencia, sabrá detectar si el representante está sintiendo verdaderamente o simplemente, actuando.
Para comprobar si esto es así, cada vez que elegimos un representante, preguntamos: ¿Quieres participar?
Posteriormente, observamos cómo se incorpora a la Constelación, cómo se mueve, de qué manera suspira, etc.
Si vemos que sus movimientos son bruscos, exagerados o poco sentidos, probamos con colocar a un nuevo representante.
Pero, ¿qué debemos pensar si el nuevo representante sigue sintiendo lo mismo que el anterior?
Tal vez que, aquello que aparece y se muestra, aquello que no se quiere aceptar, no depende del constelador, representantes o grupo, sino que realmente tiene que ver con el consultante, su familia o problema en cuestión.


Una de ellas es mirar a los integrantes del grupo y ver sus reacciones. Ellos son un reflejo de lo que sucede en la familia a la que no conoce.

Un sistema familiar muy desordenado provoca desorden en el grupo, los integrantes empiezan a hablar entre sí, levantarse, salir de la Constelación, toser, etc. 
Un acontecimiento traumático, genera emociones muy sentidas en los compañeros y al poner la vista en ellos, comprendemos la gravedad y las consecuencias que esto ha podido provocar.
Un representante que no puede tomar a sus padres o aceptar a un excluido, crea en el grupo un sentimiento de fracaso, agotamiento y malestar que hace que la Constelación deba darse por finalizada y continuar en una próxima ocasión.
Conclusión: En este tipo de técnica, debemos confiar en los sentimientos de los representantes y del grupo.
A la pregunta a ¿quieres la paz o tener la razón? agregaremos, ¿qué es lo que quieres lograr, si fuera posible? y ¿si no fuera posible, aceptarías que la solución no dependa de la constelación?