miércoles, 30 de abril de 2014

CONSTELACIÓN: Tengo cáncer en un riñón

CONSTELANDO ENFERMEDADES
Cáncer de riñón
Este es el relato de cómo se llevó a cabo una Constelación en un Curso de Formación tratando enfermedades.

Mis intervenciones están remarcadas en cursiva.
Entre paréntesis coloco las palabras con las que me referiré a los representantes.
Los términos en rojo son enlaces que se pueden visitar para ampliar información.

La Constelación se realiza de manera tapada, es decir que la única información que doy a los alumnos es la siguiente: Vamos a tratar un problema de salud.
La constelada elige a alguien que la represente a ella (constelada), alguien que represente a su enfermedad (enfermedad) y a una tercera representante que no aclaro a quién corresponde. En mi interior sé que representa a la salud (salud)
Al instante, la constelada y la enfermedad se separan y la salud se ubica detrás de la constelada.
La constelada, dice: - Quiero estar lejos.
La enfermedad, dice: - No puedo mirarla de frente. Quiero ponerme de costado y mirarla de reojo.
La salud, dice: - Quiero estar aquí, cerca de ella y tengo necesidad de apoyarle las manos en los hombros.
La enfermedad se coloca las manos en la espalda sobre su zona lumbar a la altura de los riñones.
Dice: - Debe ser que me duele la zona lumbar por la silla.

Le digo: No, no es por la silla. Tu dolor tiene que ver con el lugar del cuerpo que le duele a la constelada.
Le pregunto: ¿Por qué no puedes mirar a la Constelada?
Me responde: Por que necesito mirarla de costado. Sólo puedo mirar al frente.
Coloco un representante para aquello que está enfrente de la enfermedad.
El representante de aquello a lo que mira la enfermedad se ubica frente a la enfermedad, pero dos pasos más hacia la izquierda y está con los brazos cruzados.

Siento que es un hombre al que tratan como cosa.
La constelada dice: - Es un hombre.
La salud dice: - Es un hombre.

Le pregunto al representante si está enfadado al tener los brazos cruzados sobre su pecho.
Me dice que sí.

Le pregunto si es una persona o una cosa.
Me dice que una cosa.

Le pregunto cómo una cosa puede estar enfadada.
Me dice que es un hombre al que tratan como una cosa. (hombre cosa)

Le pregunto a la clienta qué hombre de su familia es tratado como una cosa.
La clienta no responde pero baja los ojos como sintiendo culpa y asumiendo que ese hombre existe en la realidad.

Respeto su imposibilidad de poner en palabras la relación que ha habido entre ella y ese hombre.
No insisto y continúo.
En el taller participa una familiar de la clienta.
En ese momento, éste familiar le dice a la clienta: - ¡Qué complicada eres!

Pido a ese familiar que se acerque a constelar.
El familiar acepta con resabio.
Se coloca justo delante de la enfermedad.
Enfermedad y familiar se quedan mirándose una a otra.

Le digo a la familiar que le transmita esa crítica a la constelada.
El familiar le dice a la constelada: - ¡Eres muy complicada!

Le digo a la familiar que se dirija al hombre cosa y le diga: - Veo que en esta familia se te ha tratado como un hombre cosa y ella (la constelada) es muy complicada.
Pido a la enfermedad que le repita al hombre cosa lo mismo que dijo el familiar.
Pido a la constelada que le diga al hombre cosa: - Veo que te he tratado como un hombre cosa. Veo que muchas veces he sido complicada contigo. Lo que te haya dañado de mi parte, yo me lo quedo. Lo que me haya dañado de la tuya, te lo devuelvo, no lo quiero conmigo. Así, los dos, quedamos en paz.
El hombre cosa se siente mejor, baja los brazos, suspira y dice quererse marchar de allí.

Pregunto a todos los otros representantes si están de acuerdo en que el hombre cosa se marche y dicen que sí.
El familiar y la enfermedad continúan enfrentadas.
Me llama la atención la rabia que el familiar manifiesta.
Le pregunto: - Te veo muy enfadada con ella (la enfermedad). Qué tiene que ver esta enfermedad contigo?
Ella responde: - Me toca muy de cerca.

Pido a la constelada que se dirija a su familiar y le diga: - Lo que haya habido entre él (hombre cosa) y yo, es algo que queda entre nosotros. Nosotros lo resolvemos. No más cánceres de riñón en la familia. Aquí se termina la rabia y el dolor. Yo no quiero seguir llevándolas.
El familiar se resiste a aceptar las palabras de la constelada y niega con la cabeza. Con la boca entrecerrada expresa lo mal que el hombre cosa se ha portado con la constelada.

Inmediatamente que escucho la crítica por parte del familiar le pido a la constelada que repita las frases anteriores: - Lo que haya habido entre él (hombre cosa) y yo, es algo que queda entre nosotros. Ambos lo resolvemos. No tiene que ver contigo y tú no puedes entrar aquí en esto. No hacen falta más cánceres de riñón en la familia. A partir de ahora, corto todo el sufrimiento que haya estado llevando. No más rabia y dolor en mi cuerpo.  
Pregunto cómo se encuentran los representantes.
La enfermedad: Se quiere ir.
La constelada: Mejor.
La salud: Muy bien.

CONCLUSIONES
La clienta tenía una identificación muy estrecha con su familiar.
El familiar, su cuñada, también llevaba un cáncer de riñón.
Los Movimientos importantes en esta Constelación han sido:
1.- Cuando la salud se coloca detrás de la constelada.
2.- Cuando la enfermedad no puede mirar hacia la constelada y necesita mirar hacia otro lugar (¿el              excluido o el excluidor?)
3.- Cuando aparece en escena el hombre cosa. (el excluido)
4.- Cuando se hace participar al familiar (el excluidor)
5.- Cuando el familiar no puede aceptar la decisión de la constelada de no seguir llevando el sufrimiento.
Poder realizar esta Constelación ha sido de suma importancia no sólo para la Constelada sino también para los hijos de la clienta: "No hacen falta más cánceres de riñón en la familia". De esta manera se corta el destino de implicaciones en los que el cáncer de riñón tenga lugar.
Como indicación final le recuerdo a la Constelada que no debe tocar más el tema del hombre excluido con su cuñada a pesar de ser su hermana. A partir de ahora, el tema del hombre será algo exclusivo a tratar por la clienta,si es posible dentro de una terapia personal. Lo que se intenta es que la clienta pueda resolver la relación con ese hombre por si misma sin llevar la carga emocional que aún no tiene resuelta la cuñada. La Constelación se resuelve cuando el hombre (el excluido) puede alejarse tranquilo y la clienta decide terminar con un destino de cáncer.
Aunque sólo tres de los cuatro representantes se sienten bien en el lugar que están, doy por finalizada la Constelación ya que el cuarto representante, la cuñada (el excluidor), necesita tomar su propio destino y realizar su propia Constelación.
En este caso, auguro una buena operación de riñón y un buen desenlace con el tratamiento de la enfermedad. Me baso en el hecho de que en todo momento, la salud, estuvo apoyando a la constelada y no se separó de ella.
Le hago saber esta interpretación a la clienta para que se retire del taller más animada y esperanzada.

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