viernes, 19 de septiembre de 2014

Cuando un hijo tiene problemas ¿qué lugar ocupa el padre?

EL LUGAR QUE OCUPA EL PADRE DENTRO DE LA PAREJA

Uno de los temas más difíciles de tratar en terapia de niños y adolescentes es el lugar que se le otorga al padre en la pareja.

En mi trabajo como terapeuta atendiendo a niños y adolescentes, he podido observar que la mayor parte de varones con trastornos de conducta y de mujeres con dificultades en la alimentación, síntomas digestivos y depresiones, están causados por la dificultad por parte de la madre de dar un buen lugar al padre.

Como consecuencia a esta desubicación los hijos sufren alteraciones en sus comportamientos que luego se manifiestan en la escuela, en los estudios y por último, en sus cuerpos somatizados.

¿A qué me refiero con no dar un buen lugar al padre?
Los niños tienen dos padres y han de poder amarlos a ambos por igual. 
Cuando los padres tienen dificultades entre ellos, los niños no entienden el porqué de estas peleas y sienten terror e impotencia frente a la posibilidad de separación.
Si al separarse los padres el niño se queda con mamá y esta mamá sigue enfadada con el padre, el niño tendrá miedo de manifestar su amor por él. 
Ya bastante miedo tiene por haber perdido al padre que tanto necesita que ahora tendrá también miedo por perder a la madre, ya que esta puede enfadarse si él expresa su amor por papá.
El niño, en secreto, siempre ama al padre de manera que si percibe que su mamá sigue respetando a papá y oye que ella lo ha amado mucho, el niño puede mostrarle a la madre que él también ama al padre y se siente aliviado.

Cuando las madres comprenden este punto tan esencial para la mejora del comportamiento de los hijos y la remisión de los síntomas, las mejorías se observan rápidamente.

¿Por qué les cuesta tanto a las madres dar un buen lugar a sus maridos?
Me es difícil establecer una regla general. 
Sí puedo afirmar que las justificaciones a su dolor, enfado, incomprensión y sentimiento de maltrato y abandono son constantes y abrumadoras: "Él los abandonó", "nunca se hizo cargo", "cuando ve a sus hijos, no los atiende", "no quiere estar con ellos"...

Madres que se encargan de sus hijos solas, que hacen de madre y padre, que luchan a toda costa para educar y criar a su familia frente a padres abandónicos que carecen de responsabilidad o cariño ya no hacia la que ha sido su mujer, sino a sus propios hijos.

Frente a estas conductas que rozan lo patológico, vemos que la solución más efectiva sigue siendo el amor a toda costa.

Porque cuando miramos con amor a ese padre abandónico que sabemos se halla implicado en historias de destinos trágicos y traumáticos, liberamos a los hijos de un rencor y odio innecesario.

Si la solución pasa por darle a los niños la oportunidad de amar a sus padres por igual, pese a lo que éstos hayan hecho en sus vidas, tenemos que sopesar el seguir culpando al otro por lo que les sucede a los hijos.

Solución para la madre: recibir sesiones de terapias para superar el dolor y resentimiento. Entender por qué se enamoró de un hombre con esas características y por qué lo eligió para que sea el padre de sus hijos. Transformar el resentimiento en respeto. Valorar al hombre como el mejor padre de sus hijos simplemente por haberles dado la vida. 

¿De qué manera se demuestra el respeto?
Dando un buen lugar al padre, poniendo su foto en la habitación del hijo, hablando bien de él, valorando su vida, mostrando lo mucho que se amó a aquella persona de la que ella se enamoró.

No siempre y no todos los problemas de los hijos pasan por tener a padres separados, pero puedo afirmar que en los casos en los que se observan madres separadas que no otorgan un buen lugar en su corazón a sus ex maridos, la terapia de los hijos se alarga considerablemente y los síntomas vuelven a aparecer cíclicamente.

Una vez que el padre es verdaderamente valorado y el respeto sincero se instala en el corazón de esa mamá, los hijos se tranquilizan y dan un cambio.

Estas recomendaciones serán las mismas para los casos en los que sea el padre quien quede a cargo de sus hijos debido a que es la madre la criticada o excluida.

Bibliografía: 
Felicidad que permanece. Bert Hellinger. rigden institut gestalt
Manual práctico de Constelaciones Familiares. Alejandra Mitnik. Autoedición